Detrás de una gran empresa siempre hay una historia, que en ocasiones son historias curiosas, rocambolescas, llenas de obstáculos, empresas que se han cruzado con una gallina de huevos de oro y la han aprovechado, empresas creadas a base de trabajo, con grandes ideas, empresas creadas a base de dinero, empresas que han crecido con muuucha paciencia, empresas pequeñas que se heredan y se vuelven grandes…. Todas estas empresas tienen en común que tienen gente detrás con una confianza ciega en sus proyectos pero casi todas tienen en común algún que otro fracaso a sus espaldas.
Casi todo el mundo conoce la historia de INDITEX, como empezó Amancio confeccionando batas en un garaje hasta que dio el paso a montar tiendas. Pero también sabemos que esas primeras tiendas o la primera, no recuerdo bien, tuvo que cerrarla, la idea era perfecta, el tenía planeado todo lo que quería en la cabeza pero quizá no lo plasmó bien. Y lejos de desanimarse, se recuperó del golpe económico, porque cada fracaso supone perdida de dinero, y lo volvió a intentar modificando cosas, corrigiendo errores. Y vaya si los corrigió. No creo que haga falta contar mucho más de él y de su imperio, de su gestión, de su filosofía de empresa.
Como Amancio e INDITEX podemos encontrar más ejemplos. Concretamente el otro día, veía una entrevista de la creadora-dueña de TINY COTTONS donde contaba cómo empezó y no dejó también de sorprenderme y de darme esperanzas. Decía que ella se había dedicado desde muy joven a la moda en su país, llevando una empresa de ropa de niño familiar, pero que después de unos años tuvieron que cerrar y fue cuando se vino a España, trabajó en ADIDAS donde aprendió todo lo que pudo para luego lanzarse a poder conseguir su sueño, lo que le llevaba rondando la cabeza durante un tiempo. Se lanzaron sin recursos económicos, dando palos de ciego. Durante los dos primeros años no ganaron nada, más bien les costaba dinero, pero seguían aprendiendo de sus errores, seguían conociendo gente que siempre es positivo, y aunque no me quedó muy claro en la entrevista, quise entender que entre esas personas que iban conociendo en el camino se cruzaron con unos clientes que estaban interesados en su colección y fueron ellos los que posiblemente les suavizaron el camino. En este caso podríamos decir que se cruzaron con la gallina de los huevos de oro, por llamarlo de alguna manera.
Siempre que lees historias de emprendedores con éxito te da alas para seguir adelante con tú idea porque te parece auténtica, única, y siempre piensas que el mundo te necesita a tí y a tú idea pero siempre tienes que pensar en la cantidad de empresas que han hecho las cosas bien, que han seguido todos los consejos de expertos pero que no han conseguido hacer de sus sueños empresas de éxito. Y si somos realistas, estos últimos son muchos más que los AMANCIOS, TINY COTTONS,…. Pero bueno, siempre que hablas con expertos en distintas materias relacionadas con empresas, todos coinciden que hay que pensar a lo grande, que no podemos pensar en pequeño porque entonces la cosa no prosperará.
Nosotros tuvimos un sueño, que como en muchos de los casos de grandes empresas, sobre todo las que están relacionadas con el mundo infantil, empieza a gestarse el sueño con el nacimiento de un niño en el entorno. Y ese fue nuestro caso, teníamos la necesidad de un producto para nuestros hijos que no encontrábamos en el mercado y debido a que nuestra situación nos lo permitía (hemos estado ligadas a la moda desde muy jóvenes) decidimos empezar el capricho, porque no dejaba de ser un capricho que fue cogiendo forma hasta que alguien nos dijo que lo que hacíamos era bueno, muy bueno. Entonces toda la confianza que nosotros teníamos en OMHO se multiplicó por cien. Eso y que los clientes empezaban a repetir, ¿Qué mejor forma de hacer crecer la confianza en nuestra marca?
Para todos los que estén empezando en este mundo, un consejo de alguien que no es nadie y que posiblemente no lleguemos a ser más que otra marca de calidad del mundo de la moda pero de la que no escribirá nadie para mostrar nuestro ejemplo de crecimiento, la paciencia tiene que ser infinita, la confianza en uno mismo tiene que ser infinita más uno (como dicen mis hijos) y sobre todo y muy importante tener a alguien a tu lado, haciendo crecer el proyecto, para que cuando a uno/a le da el bajón esté el otro para tirar del carro y volver a coger carrerilla.
El factor suerte siempre tiene que estar presente de una manera u otra, nosotras hemos dado muchos pasos que no han servido para mucho económicamente hablando, me refiero que no nos han hecho crecer en números, es más nos han generado pérdidas, pero todos esos pasos nos han hecho crecer nuestro producto, darle más valor a la prenda OMHO y de todos esos pasos hemos sacado más cosas positivas que negativas.
Quizá nuestro talón de Aquiles o hándicap ha sido y todavía es, que no queremos renunciar a la vida familiar, que disfrutamos mucho de los momentos con los nuestros, que queremos vivirlos todos, que no queremos llegar cuando los niños estén dormidos, y para poder ver como nuestros hijos hacen las tareas en casa, para poder llevarlos nosotros a las actividades, acompañarlos todas las mañanas al colegio,…., para poder hacer todo eso nos hemos cerrado nosotros caminos y oportunidades que quizá no hubiesen llegado a nada, pero que no queríamos probar porque exigían una dedicación que no estábamos dispuestas a entregar. Y lo mejor de todo es que no nos importa, ni lo pensamos, decidimos en su momento y no tenemos ningún tipo de remordimientos por dichas decisiones. La verdad que no hemos sido avariciosas, hemos disfrutado y disfrutamos de que cada pedido que entra, de cada cara nueva que se hace cliente, nos alegra el día cada foto de vuestros hijos con nuestra ropa que nos enviáis.
¿Y porqué cuento todo esto si realmente nosotros no somos referencia para nadie?
Pues por qué nosotras cuando hemos estado en la casilla de salida, cuando empezamos con toda esta aventura, nos era de mucha ayuda leer historias, pero no historias de los grandes, nos ayudaba más anímicamente leer historias de empresas pequeñas, empresas con las que te podías comparar, de las que podrías aprender y a las que podrías equipararte.
Hoy en día la venta online es la que mantiene a muchas empresas y rodearte de gente que de verdad confíe también en tu proyecto, es también de vital importancia. Pero saber rodearse de gente que te aporte no siempre es fácil. Nosotras hemos encontrado ahora, después de mucho buscar, gente que nos va a ayudar en lo que de verdad no sabemos, y en los que confiamos al cien por cien. Desde la primera entrevista que tuvimos con los chicos de BRICH supimos que con ellos podíamos hacer un buen equipo. Y en ello estamos, comenzando nuestra colaboración y esperando recoger frutos.